Según los datos documentados por la Organización de Estados Americanos, existen 5.1 millones de migrantes y refugiados venezolanos, cuyo impacto en los países receptores, ha determinado las acciones del mundo en la búsqueda y diseño de políticas que den respuesta a esta población vulnerable que huye de Venezuela para sobrevivir a la dictadura.
Para profundizar sobre la situación de los migrantes y refugiados venezolanos en Costa Rica y lograr nuevos apoyos de la comunidad internacional que permitan ampliar la capacidad de respuesta y asistencia de los países receptores, la Embajadora de Venezuela en Costa Rica, María Faría, sostuvo una reunión hoy jueves 15 de octubre, con los Embajadores de la Unión Europea en el país centroamericano, Excelentísima Sra. Martina Nibbeling-Wriessnig, Embajadora de Alemania; Excelentísima Sra. Cristina Pérez, Embajadora de España; Excelentísimo Sr. Phillipe Vinogradoff, Embajador de Francia; Señor Carlo de Parolis Encargado de Negocios de Italia y la Excelentísima Sra. Christine Pirenne, Embajadora de Países Bajos.
“Son millones de historias dolorosas, de familias divididas y otras que salen sin recurso alguno caminando de Venezuela, buscando asistencia para sobrevivir. En Costa Rica hay más de 40.000 migrantes y refugiados venezolanos. Sin duda que es un número alto que impacta a un país con una situación ya compleja como consecuencia del Covid 19, teniendo dentro de ese marco crítico, la necesidad de desarrollar soluciones en materia migratoria”, puntualizó Faria.
Durante el encuentro, la diplomática venezolana detalló casos que involucran a núcleos familiares con menores de edad, que se encuentran en estado de vulnerabilidad, informando a su vez sobre las limitaciones que algunos de sus connacionales tienen para acceder a la educación y la salud; “el perfil de la diáspora venezolana ha cambiado a medida que la crisis se profundiza por el recrudecimiento de la violencia promovida por la dictadura y la falta de condiciones de vida adecuadas en Venezuela”, señaló la embajadora.
“Los venezolanos que emigraron entre 2015 y 2020 a Costa Rica están en una condición mucho más vulnerable que quienes llegaron entre 2010 y 2014. El perfil del migrante venezolano está cambiando aceleradamente y, cada vez más, quienes llegan a este país requieren asistencia humanitaria y mayor apoyo para su integración en los mercados laborales y en la sociedad costarricense”, destacó.
La Embajadora también alertó a la Unión Europea sobre el fraude electoral convocado por el régimen usurpador con el propósito socavar las bases del único Poder legítimo hoy en Venezuela, la Asamblea Nacional.
“Cualquier elección que se realice bajo estas bases inconstitucionales impuestas por el Régimen son ilegítimas y fraudulentas. Es absurdo pensar que criminales de lesa humanidad, que reprimen y eliminan oposición y disidencia, puedan organizar elecciones libres y justas”, sentenció.
Reconoce que los venezolanos hacen lo humanamente posible “para superar este episodio y ordenar nuestra historia. Sabemos que somos responsables de ordenar a nuestro país con claridad, cumpliendo al pie de la letra lo que establece nuestra Constitución, creando las condiciones para la reinstitucionalización y el renacimiento de los poderes en Venezuela, pero requerimos del apoyo del mundo libre y de todo el sistema de justicia internacional para vencer al enemigo al que nos enfrentamos”.