El departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) donó 7 millones de euros al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con la finalidad de mitigar el impacto del COVID-19 en los refugiados y migrantes venezolanos y sus comunidades de acogida en América Latina y el Caribe.
La oficina regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, situada en la capital panameña aseguró que la contribución de la UE llega “en un momento crucial para cientos de miles de refugiados y migrantes venezolanos”.
El éxodo de los venezolanos representa la mayor crisis de desplazamiento de la historia de la región y la segunda mayor crisis de desplazamiento del mundo, aseguró ACNUR, que precisó que hay más de 5 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, de las que 4,3 millones han buscado protección en América Latina y el Caribe.
La nueva contribución se utilizará para “el fortalecimiento de los mecanismos de protección comunitaria y la intensificación de los esfuerzos de incidencia para políticas inclusivas. Además, se proporcionará información y orientación sobre el proceso de asilo, la regularización y la documentación necesaria para facilitar el registro”, dijo ACNUR.
América Latina se está convirtiendo en el nuevo epicentro de la pandemia de COVID-19 y las personas refugiadas y migrantes de Venezuela se están viendo gravemente impactadas, resaltó la agencia de la ONU.
“Muchas personas se están viendo afectadas por los efectos devastadores de la COVID-19 en la economía y los sistemas de salud pública”, declaró la directora del Bureau de ACNUR para las Américas, Renata Dubini.